Hola amiga,

Me da no sé qué preguntarte cómo estás, hasta en las noticias holandesas hablan de lo terrible del manejo de la pandemia por parte del gobierno chileno. Yo acá parece que volveré a la normalidad, la semana pasada fui al cine a ver Do the Right Thing de Spike Lee y me puse a llorar por ser parte de este esfuerzo de bienestar colectivo. También ya he empezado a ver amigxs y me tiene contenta la posibilidad de volver a un mundo con la menor cantidad de videollamadas posibles porque realmente ya no las soporto más (excepto las que son contigo <3 ). Acá incluso hay gente planificando cómo será el regreso al trabajo y me gustó esta aproximación de un estudio de diseño de la ciudad de Veghel que propone que las oficinas con distancia social no tienen que irse al chancho con el uso del plástico protector sino que adoptar materiales y prácticas amigables con el medioambiente.

Lo que sí me aterra un poco es esta posibilidad que vaticinó la Naomi Klein de un “screen new deal” en el que las corporaciones digitales se beneficiarían ampliamente de un mundo post Covid-19 en el que gran parte de las interacciones sociales serían a través de pantallas. Klein explica que si esto se instaura sería mediante las lógicas de la doctrina del shock y que personas como Eric Schmidt y otros hombres poderosos de Silicon Valley ya están frotándose las manos. El comportamiento aprovechador de los gigantes digitales en esta pandemia no resulta muy alentador al momento de pensar en cómo reaccionarán con los efectos catastróficos de la emergencia climática, como el desplazamiento forzado de personas o las ciudades inundadas. Al respecto, este mes Greenpeace publicó un reporte que detalla cómo Amazon, Microsoft y Google están haciendo negocios millonarios con empresas de petróleo y gas que es realmente desolador, lo bueno es que la publicación de esta información provocó que Google declarara que no iba a desarrollar más inteligencia artificial específicamente dedicada a extraer petróleo de manera eficiente. Wow unos héroes, hagámosles un monumento.

Creo que tenemos que contribuir a un relato en el que posicionemos a estas empresas como lo peor de lo peor, como las tabacaleras, como las empresas de carbón que buscan compensaciones estatales por sus cierres, como Monsanto. Las corporaciones tech poco a poco están mostrando su verdadera cara y si esperamos sentadas a que el mundo se dé cuenta que nunca se trató de tecnología cool y buena onda ya será demasiado tarde. Paralelamente, creo que es bueno promover aquellas organizaciones de servicios digitales que tienen políticas fuertes respecto a su impacto ambiental como es el caso de los proveedores de esta lista. También el uso de recursos como este léxico de intervención climática que desarrollaron en el Instituto Strelka donde detallan con evidencia numérica los beneficios medioambientales de prácticas como la semana laboral de tres días, el derecho universal a métodos anticonceptivos, la promoción del vegetarianismo y la devolución de las tierras robadas a los pueblos originarios.

Y en las lecturas distópicas de cada día, me pareció interesante este artículo que indica que si bien el cuerpo humano tiene la capacidad de ajustar automáticamente su temperatura respecto al entorno, una característica que explica en parte la supervivencia de la especie, estaría llegando a su límite debido a la emergencia climática porque las constantes altas temperaturas llevan a nuestros cuerpos más allá de sus capacidades de termoregulación. Realmente como el hoyo pero también importante entender el cuerpo humano como una máquina bastante delicada sujeta a demasiadas influencias externas y que tiene que estar bien mantenida para poder funcionar. Por esto creo que es tan significativo el énfasis que el feminismo pone en el autocuidado y en el entendimiento de éste como una ocupación colectiva más que un tema de vanidad. Al respecto, me gustaría recomendarte un trabajo de mi amiga Annika Kappner, ella es una artista visual de Berlín que vive acá en Holanda y que creó una serie de meditacionesguiadas en las que nuestro cuerpo es entendido desde una perspectiva cíber-maquínica pero también desde una dimensión planetaria que conecta con la Tierra. Yo hice los ejercicios y quedé renovadísima, además tiene un diseño de sonido bello.
Te dejo esta foto de estos perezosos hermosos ¿Sabías que ya no soportan más que la gente se saque selfies con ellos? Conciencia con el medioambiente es también dejar a los animalitos en paz y lejos de nuestras ridiculeces digitales 🙂

Un beso,

Danae


Ohhh qué bacán lo de las meditaciones guiadas! 

Te he querido escribir hace tantos días, hay tanto que quiero comentarte, pero la explotación encuentra formas nuevas en el confinamiento y no he podido sentarme a escribir una simple carta de amor dedicada a ti. A propósito, hay un articulo muy bueno de Paul B. Preciado que dice que si bien antes la gestión de las pestes radicaba en la casa como espacio para encerrar el cuerpo, ahora, con esta pandemia, se ha transformado además en el corazón de la economía del teleconsumo y de la teleproducción. Identificados, serializados y vigilados electrónicamente, el hogar, ese espacio que para muches (aunque no para todes) podía ser el lugar de reparación de la explotación, de resistencias y de confabulación anticapitalista, es hoy una eterna reunión de Zoom para controlar tu producción o una mensajería de trabajo a deshora porque estás en la casa y el horario de trabajo desaparece.

A todo esto, muy alianza público privada como le llaman, obvio que una de las primeras medidas del gobierno neoliberal policial chileno fue promulgar a trasnoche una ley de teletrabajo que ha sido criticada por precarizar aún más los lánguidos derechos laborales locales, con especial detrimento a las mujeres. ¿No es acaso que ya vivimos la materialidad del Screen New Deal del que habla Klein? Por lo demás, y como ya a lo hemos hablado antes en gatito earth, qué hermosa es la automatización smart sobre todo cuando “olvidamos” que no podría llevarse a cabo sin -como dice Klein- esas “decenas de millones de trabajadores anónimos escondidos en almacenes, centros de datos, fábricas de moderación de contenido, maquiladoras electrónicas, minas de litio, granjas industriales, plantas procesadoras de carne y prisiones, donde quedan sin protección contra enfermedades y la hiper-explotación”.

Ahora que lo pienso, Paul B. Preciado dice una cosa obvia que, mezclada con la lectura de este artículo de Klein, no le había tomado el peso hasta hoy: qué impresionante es que los Estados literalmente corran a implementar medidas de excepción democrática, de precarización laboral y de vigilancia digital extrema, pero no se plantean en lo más mínimo atacar la causa de la pandemia (y de las que vienen). En palabras de Preciado: “prohibir el tráfico y el consumo de animales salvajes ni la producción industrial de aves y mamíferos ni la reducción de las emisiones de CO2. Lo que ha aumentado no es la inmunidad del cuerpo social, sino la tolerancia ciudadana frente al control cibernético estatal y corporativo”. #Guá 

De esos sabemos muy bien los que habitamos el “culo del mundo”, como dice un texto brillante de María Galindo que, en el contexto de COVID-19 y nuestros muertos, nos recuerda que, con los gobiernos de derecha o de izquierda que cristalizan siempre la tradición familia-oligarquía-estado, no encontraremos jamás la salida a los retos del mundo post-pandemia. Una muestra tristísima: los economistas progres y de derecha en Chile quieren reactivar la economía haciendo más laxas las evaluaciones de impacto ambiental de los proyectos. Como si viviéramos en los años 50. Bueno, tampoco era que la evaluación ambiental les importara mucho antes, como lo demuestra el caso del Data Center que Google pondrá en Cerrillos.

Entonces, amiga, a tu pregunta de cómo estoy, te contesto con Galindo: “No es que nos ha venido una crisis, sino que vivimos en crisis, no es que esperamos respuestas sino que las inventamos continuamente de forma artesanal e intuitiva apelando a las herramientas del propio contexto, y es eso lo que en la región se ve por todas las esquinas. Remedios caseros, inventos de nuevas formas de ganarse la vida y de lanzarse a la muerte al mismo tiempo. Los días se han convertido en festivales coloridos del fin del mundo”.

Abrazo, d. Te dejo una foto de mi panorama en pandemia: gatos y rompecabezas.

p.