Oh, Danae
Traigo puras noticias enfurecedoras. Llevo, de hecho, dos semanas furiosa. No sé por dónde empezar. Voy a recurrir a la numeración, como si esta carta de amor (y de furia) fuera una lista para ir a un supermercado donde nunca encuentras lo que esperas.

1. 

Que a Canadá se le contaminen todos sus paisajitos de mierda con restos tóxicos mineros. Que EEUU se queme por sus cuatro fronteras y que el muro impida que las llamas lleguen a México. Que se inunde 30 metros bajo tierra el occidente de Europa y la otra parte que se congele y se entierre en días sin sol. Que Japón explote desde sus vísceras volcánicas y que el sol abrasador en Australia no deje a humano vivo. Que se envenenen. Que tengamos la cura y que los dejemos morir. Que nos dejen al resto en paz.
(El gráfico es de un estudio reciente de Jason Hickel).

2. 
Un primer zoom al Norte Global. La cámara ya tiembla levemente porque estamos furiosas. Nos enteramos que Europa está preocupada: su transición a una economía con bajas emisiones de carbono se ve amenazada porque las materias primas están en manos de “socios problemáticos”. Me tengo que sentar, tomar agua con azúcar y seguir leyendo esta nota. Su violencia colonialista ha arrasado con el medioambiente y nuestras sociedades y culturas, han robado impunemente y han quemado todo a su paso para construir su riqueza, pero, oye, no van a poder ser Europa verde pronto, ni autos eléctricos ni nada, porque tienen “socios problemáticos”. Pobre Europa, ser tan bacanes en un mundo de gente tan penca.

3.
Un segundo zoom. Ahora a Google. El Tech Transparency Project (TTP) mostró hace unos días la increíble cantidad de dióxido de carbono que Google y sus principales ejecutivos han emitido a la atmósfera debido a su flota de aviones privados. Los vuelos incluyen: viajes cortos que podrían haberse realizado en automóvil, vacaciones en el Caribe y el Pacífico Sur y actividades comerciales y de lobby en todo el mundo. Según TPP, un pasajero en clase económica tendría que dar la vuelta al mundo más de 32.000 veces, o una vez al día durante más de 88 años, para aproximarse a la misma huella de carbono de los ejecutivos de Google. Yo creo que debe haber un malentendido, si en el 2019 declararon que: “Google has a longstanding commitment to climate action and environmental stewardship. Sustainability has been a core value since Google’s founding, and we strive to build sustainability into everything we do”.

4.
Bueno, una prueba más que el concepto de cambio o crisis climática es el mejor aliado para que el capitalismo de consumo siga sano, como lo han denunciado durante años los activistas con su “Cambio de sistema, no cambio climático”. 

5.
Cositas, eso sí, lindas para leer, para que no sea todo sufrimiento
– Ecological Politics for the Working Class: hay esperanza, hay gringos que vencen su anticomunismo y logran hacer algo más que principios éticos, jijiji
– A Mariana Enríquez le piden que escriba sobre la pandemia y no dice nada. Porque como todas, no tiene idea. Qué pensamiento antipatriarcal ese, lo respeto a morir: abstenerse de explicar, esperar para comprender.
– Super bonito esto: Remembering the many lives of our friend David Graeber.

Un beso, d, y un meme que es el favorito de Brauliopiau y también el mío.
p.


Querida Paz,

¡Quisiera hacer algo para ayudarte con esa furia! Me afecta caleta ese aspecto de la distancia, también pienso en todo el tiempo que llevas encerrada y me da más desolación no poder hacer nada. Relacionado con esos sentimientos de separación a tantos niveles, te agradezco mucho el texto de Mariana Enríquez que me compartiste. Me identifiqué bastante con lo de la ansiedad inmovilizante pero también con las cosas más ridículas que una piensa en la pandemia, por ejemplo también me he pasado lo de adoptar ese tono dramático onda fin de la vida y me he puesto a agradecer los viajes, los romances, las drogas y todos esos momentos donde he sentido profundo gozo. Jajaj todo cierto pero alharaca total.

Yo la verdad he estado estable y contenta, también tengo mi lista de cositas para contarte. Una de ellas tiene que ver con un chaqueteo excelente que me leí en un libro que me recomendó el Pondicito: Outlaw Territories: Environments of Insecurity/Architecture of Counterinsurgency de Felicity Scott. No sé si has ido al edificio de la Fundación Ford en Manhattan (jajaj perdón por esta small talk full privilegio), la cosa es que es famoso el lobby de ese edificio porque tienen un jardín falso picado a selvático y venden que es un hito arquitectónico de la ciudad. A mí me ha tocado ver que quienes trabajan allá están orgullosos de la gracia. Yo siempre odié un poco ese espacio cada vez que iba, tenían que mantener cierta humedad para que esas plantas exóticas sobrevivieran en la fría Nueva York, entonces mi pelo quedaba con demasiado frizz. Bueno, lo que critica este libro son todos estos espacios de naturaleza artificial, y el orgullo de los blancos por inventar, en palabras de los arquitectos, “atmósferas naturales pero controladas”, la autora afirma que existe esa tendencia de armar naturalezas salvajes domesticadas para el disfrute de las ciudades ricas. Deterritorialización y reterritorialización. Scott vincula este deseo con un ímpetu colonialista que está lejos de ser buena onda sino que es explotador, violento y coercivo. Todo toma un color más complicado cuando pensamos en el rol de la filantropía gringa, que vende narrativas de igualdad global pero al momento de lo importante el Tercer Mundo no tiene un lugar relevante en sus proyectos, solamente en el formato de un jardín artificial tras una pecera gigante. Te dejo la cita más demoledora: “la “naturaleza” artificial insertada en el corazón de Manhattan es tan falsa como las pretensiones de bienestar comunitario que los arquitectos argumentan en sus justificaciones”. 

Me gustó leer este ejemplo de las tecnologías arquitectónicas sometidas al escrutinio crítico, es claramente una disciplina que tiene harto que responder y nosotras desde la filosofía de la tecnología también podemos meter la cuchara ¿no? Ya lo hemos dicho, todo tiene que ver con todo, de hecho te quiero comentar otro caso de intersección entre tecnología, espacios urbanos y naturaleza imposible de someter ¿Has visto que Estados Unidos se está quemando? Bueno, las redes sociales promotoras de la estupidez y de la ultraderecha tienen un rol significativo en aquel desastre. Resulta que se viralizó un rumor que decía que el movimiento antifascista es el responsable de los incendios y que lo hacen sólo con el fin de provocar caos. Por supuesto hay gringos que creen esto, entonces se resisten a evacuar para defender sus casas del plan de estos grupos cuya malvada misión es oponerse al fascismo. Me da curiosidad pero también horror imaginar los futuros inventos de desinformación respecto a las catástrofes climáticas que están por venir.

Amiga, gracias también por mencionar a David Graeber, su muerte es una enorme pérdida para la humanidad. De todas formas, y en relación con la gatitoearth, me encanta pensar que su último tuit fue un chaqueteo a Extinction Rebellion y su afán por presentarse como un movimiento despolitizado. Aprovecho también de dejarte una cosita que escribí en mi blog sobre un intercambio vía correo electrónico que tuvimos con Graeber el 2017 respecto a su último libro Bullshit Jobs, hablamos de hecho sobre la industria de la filantropía y sus estructuras explotadoras. Como ves, mi carta de hoy está totalmente mordiendo la mano que me da de comer. Ups.

Tqm amiga, gracias por todo lo que le entregas al mundo,

Danae