En años perro, querida Danae, esta pandemia seguro ya tendría como 18 años de edad. ¿Qué nos han enseñado estos meses-años extraños? Nada, por supuesto. Solo ha confirmado que las democracias liberales -en sus diversas interpretaciones locales- siguen creando una oligarquía planetaria que da terror y que ya ni se molesta en postular a elecciones porque las políticas públicas son más bien sus políticas corporativas. 

Mira tú, por ejemplo, lo que salía hace pocos días en CNN (que, by the way, es también de un billonario ochentero que ahora palidece ante las nuevas fortunas): “Billionaires have never been richer despite the pandemic”. Pero no cualquier millonario, dice la nota, se trata de aquellos “billonarios innovadores”. Lo curioso es que esta mismísima lista de tech bros ultra billonarios es parte del 1% más rico de las personas que, según un nuevo reporte de Oxfam, es responsable del doble de emisiones de CO2 que el 50% más pobre de la población mundial (algo que ya veíamos el mes pasado con la huella de carbono de los ejecutivos de Google).

Pero no vayas a hablar de desigualdad, de diferencias inmorales de clase social, porque ya te pusiste estalinista con iPhone. Qué decir del movimiento civil por la Internet freedom que repite como loro que los intentos de regulación pueden dañar la innovación :s

Pero, más frustrante aún es, como siempre, la posición de la izquierda en todo esto. Veía el debate de los candidatos a la vicepresidencia de EEUU y daba vergüenza: Kamala Harris (ya, que no se puede llamar izquierda pero pongámoslo en los pobres parámetros gringos de política) defendiendo el fracking (!) y sin ganas ninguna palabra fuerte para el green new deal. Más horroroso aún, dejando la cancha para que los republicanos, en el contexto de crisis climática, sigan proclamando su más grande fake news: la defensa de les trabajadores.

A propósito, para las que recién nos introducimos al tema, recomiendo mucho este artículo que sopesa el green new deal (como plataforma política gringa sobre calentamiento global) y los movimientos para el decrecimiento económico (no como plataforma política pero como comprensión crítica sobre la evidencia que ninguna tecnosolución verde puede dar abasto a la idea de crecimiento como única medida de éxito económico). 

¿Cuál es el papel de la tecnología en el decrecimiento? Tom Medak dice que, debido a que la innovación tecnológica está impulsada por problemas críticos del capital, el ejército, la administración y las políticas de manejo de población, y para eso cuenta con el apoyo de instituciones, financistas y gobiernos, es difícil que pueda espontáneamente adecuarse a las necesidades del decrecimiento. A menos, claro, que haya un plan. Y, sorpresa, no hay plan. Estamos ante las puertas del abismo y no hay plan porque la izquierda está aterrada pensando que los van a encontrar muy de izquierda si proponen un plan de decrecimiento ordenado, transparente, participativo, solidario y justo.

Ahhhh, Danae, en unos días más es el plebiscito constitucional en Chile y ya hemos hablado por chat nuestras angustias y frustraciones. Solo quería compartir contigo una secuencia de la película Aprile, del favorito de favoritos, Nanni Moretti, que grafica, con puntos y comas, mi estado emocional.

*D’Alema di algo de izquierda / Aunque no sea de izquierda, algo en sentido cívico

Un y dos abrazos, amiga. ¡No pasarán!

p.


Amiga Paz,
Te escribo desde Niza, un lugar muy especial para mí. La costa azul francesa me levantó el espíritu en mi primer invierno en Europa cuando vivía en Bristol hace ocho años (¡No puedo creer que haya pasado tanto tiempo!). Bueno, nuevamente me ha hecho súper bien el solcito, la playa azul y por supuesto el amor para enfrentar esta semana tan cuática para la democracia en Chile. 
¿Igual tenemos buenas noticias en la región no? Me ha dado demasiada emoción saber del avasallador triunfo del MAS en Bolivia, creo que es una buena noticia para los intereses de gato.earth industries porque a los tech bros no les debería salir tan fácil llevarse el litio con un gobierno popular y de izquierda de por medio. Jajaj también ha sido muy placentero ver que actualmente Estados Unidos no puede ni siquiera mantener sus golpes de estado, país patético.
Creo que estos han sido buenos días para dejar de lado el cinismo y confiar en que las cosas pueden mejorar. Esto lo conecto con una narrativa que Naomi Klein y otros activistas están impulsando: Klein considera que estamos viviendo “los años para la reparación”, esto quiere decir que el actual es un momento crítico en el que podemos reparar parte del daño ambiental y económico producido por el capitalismo, el neoliberalismo y en realidad toda la historia reciente ¿Habrá que creérsela no? También considero que es una buena oportunidad para promover el concepto de “reparación”, idea totalmente condenada en nuestra era de obsolescencia programada donde las cosas no se arreglan sino que se botan a la basura y se compra un nuevo aparato. Esta aberración espiritual y medioambiental es, de hecho, el anhelo de los infames de Tesla con su sostenido lobby contra el derecho a reparar sus autos aludiendo a “razones de ciberseguridad”.
Por supuesto, para que esta reparación sea significativa, tiene que ejecutarse con toda seriedad: atacando los problemas estructurales y sin utilizar una lógica de “bugs” que hay que parchar y listo. Esto lo relaciono por supuesto con el estudio de Oxfam que me compartiste sobre la desigualdad de clase respecto a las emisiones de carbono (The Carbon Inequality Era), te lo quiero complementar con una visualización muy bacán hecha por Duncan Geere, un chiquillo muy buena onda que fue a mi último taller de bots en el festival ControlShift en Bristol. En general, considero que para lograr este objetivo de reparar, por un lado debemos abordar las enormes inequidades estructurales y por el otro lado debemos levantar los conocimientos que desafían los paradigmas capitalistas acumuladores. Me gustó por ejemplo leer en el twitter de los compañeros mapuche en Holanda que la quillaja, un árbol usado en la medicina tradicional mapuche, podría ser clave en la actual búsqueda de una cura para el corona virus  Creo que si miramos hacia ese tipo de comunidades nos podemos encontrar con recursos tecnológicos demasiado buenos para todas estas urgencias que debemos reparar. 
Para cerrar esta cartita te quiero dejar esta entrevista a mi profe la Rosi Braidotti donde habla de cómo las lógicas posthumanistas nos pueden llevar a la soñada transformación radical de nuestras sociedades hacia horizontes de solidaridad, parte central de este objetivo es la inevitable crítica al antropocentrismo que hemos hecho tantas veces acá en gatito. Para variar la Rosi demuestra su elocuencia impactante clarificando, entre otras cosas, por qué necesitamos teoría y amor al conocimiento para enfrentar a los monopolios tech y a las campañas de odio y desinformación de los fascistas online. 
Amiga te quiero caleta, esta semana está particularmente llena de ansiedad pero todo va a salir bien ¡A reparar esta mierda!
Danae

*Te dejo esta pintura icónica del Henri Matisse, Chat aux Poissons Rouges. Ayer pasé por la primera casa donde vivió Matisse en Niza, que resultó ser la misma casa donde pocos años antes vivió mi ídolo Antón Chéjov 🙀 

En mi utopía implementaré paseos obligatorios al mar para hacer dibujos de gatos mientras escuchas las olas romper.